- ¿Estás bien? - le pregunto, pues no parecía estarlo.
-Si, ya puedes irte -me responde, frívola, observando el suelo.
Candace empieza a buscar algo en sus bolsillos con desesperación. Al no encontrarlo empieza a maldecir en voz baja.
-No puede ser, olvide los cigarros -Se lleva una mano a la frente y puedo notar como estaba temblando.
-Candace, ¿Qué ocurre? - me acerco a ella, pero rápidamente ella se aparta.
Niega con la cabeza una y otra vez, jugando con sus manos.
-Lárgate, Arion -ordena con la voz cortada-. Esto no te importa.