Nuestra Vida: 17. EL TRATO
[FRANCO]
Llegue a creer que esto no volvería a pasar entre nosotros, pero afortunadamente me equivoque. Sus labios y los míos se reencuentran en una fiesta para los sentidos y de verdad que haría lo que fuese para que esto nunca termine. Sin embargo, es ella quien lleva sus manos sobre mi pecho y de a poco hace que nos separemos.
—Por favor, no me digas que te has arrepentido —le pido a poca distancia de sus labios.
La veo negar con su cabeza mientras sonríe y vuelvo a sentirme aliviado.
—No, no me he arrepentido, es solo que la gente nos está viendo —explica y ve a nuestro alrededor haciendo que yo haga lo mismo.
Definitivamente tiene razón, la gente nos observa y cuando creo que ya no podemos ser más el centro de atención, la gente comienza a aplaudir como si hubiese visto el final de una película romántica.
—Creo que hemos dado un buen espectáculo —bromeo.
—Lo creo, ¿cenamos? —propone con timidez y asiento.
—Cenemos —concuerdo.
A pesar de que me encantaría saltear la cena e ir dire