Capítulo veintiocho

 Cuando Raymond llegó a casa ese día, cenó con Felicity antes de seguirla a su habitación.

 Felicity se sorprendió y le preguntó fuera de su entusiasmo -¿Te acostarás conmigo hoy, pequeño Ray?-

 Raymond se quedó quieto por un momento pero luego sonrió -no, hoy no-

 -Oh- un rastro de decepción fue claro en su rostro -¿Por qué estás aquí entonces?-

 -Quiero hablar contigo- sus dedos trazaron su rostro involuntariamente, dándose cuenta de lo que estaba haciendo, dejó caer su mano.  ¿Por qué hace que él quiera ser amable con ella? Ninguna mujer ha derivado jamás de él esos sentimientos y no está seguro de que le guste.  No puede perder ante Katherine amando a Felicity, ¿verdad?

 -¿Qué es?-

 -Hablé con la tía Katy hoy-

 -¿Por qué?-

 -¿Recuerdas el día que fuimos a la casa de los abuelos?- Cuando ella asintió con la cabeza, él continuó -hablamos en el auto sobre que tuviste un aborto espontáneo, ¿verdad?-

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