—No te puedo entender Esteban, lo único que puedo llegar a entender es que eres un controlado, que cualquiera puede venir a manejar tu vida no tienes decisiones propias. Si quieres ser feliz aquí en esta mansión, ser rodeado de poder: hazlo cásate con quien quieras. Adiós, Solo espero que seas feliz. Voy a estar un tiempo en aquella casa y tengo una duda.
—Dime.
—¿Dónde está la ternera y la perrita? Quiero saber.
—¿Quieres llevartelas? —pregunto él, asintió sin decir nada más.
Esteban se alejó unos metros, Briana espero con impaciencia en el vehículo. 1 minutos más tardes, Él traía un carro consigo, era cerrado y lo enganchó al auto. Esteban se acercó y dijo:
— Ahí te dejé a la ternera, la perrita es mía.
Bri levanta la ceja confundida dijo:
—Yo... pensé que era un regalo de cumpleaños, como has cambiado.
Él se encogió de hombros y empezó a caminar al interior de la casa. Briana empezó a llorar. No esperaba esa actitud de parte de él empezó a alejarse con su vehículo. Esperando...
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