Los jóvenes dormían a gusto enterrados bajo el cobijo de la arena. La sensación cálida, la suavidad de la misma y la leve presión que se ejercía sobre cada parte de sus cuerpos, otorgaban un placer único y gratificante seguridad. Pero no todo era color rosa. El ambiente se iba haciendo más frío con el pasar de los minutos y sus congeladas narices ya lo demostraban. Kayla y Tarek empezaban a moquear pero sin perder el buen descanso que habían conseguido. De pronto, a las 2 horas después de haber pegado los parpados, unos gritos se iban acercando a lo lejos llamando al joven por su nombre: —¡Tarek! ¡Amigo! ¡¿Dónde estás?!—. Entre sueños, Tarek podía oirlo, pero no hacía caso y continuaba con su descanso placentero. —¡Tarek!—se oyó seguido, pero esta vez con una voz femenina. El sonido de un motor se fue aproximando de a pocos y ésto despertó a Kayla, quien si estaba pendiente de la llegada de la carroza. De inmediato, la mujer se puso de pie y observó hacia la dirección desde
Dentro del vehículo en marcha y surcando el desierto con dirección desconocida, la familia y sus amigos partían al lugar prometido.Debido a las malas noticias, Tarek y su "hermana" se mostraban escasos de ánimos, con ligera preocupación por novah y evidente nostalgia al saber que no volverían a casa. La incomodidad también era parte de las sensaciones nacientes, pues, la idea de vivir en un hogar ajeno no suponía tranquilidad.Por su parte, la pequeña Novah, sentada en el regazo de Tarek, llevaba formulando ideas en su cabeza. Aún le quedaba pendiente por cumplir el plan de visitar la "Ciudad Principal" y calculaba con frialdad los pasos y preparativos que debía tener listo para poder iniciar su expedición.Tarek se había ofrecido a acompañarla en su misión con anterioridad y debido a eso, la niña alzaba la mirada para observarlo en todo momento. Calculaba si el joven era lo suficientemente apto para guiarla y quizá, protegerla, ya que ahora, supuestamente, estaban siendo buscados po
Los chicos continuaron su recorrido cruzando con el motorizado a través del frío desierto, pero no de la forma tranquila con la que partieron. A última hora, un mensaje recibido por el comunicador del vehículo, los hizo cambiar de dirección, debido a que querían evitar todo rastro de vida que pudiera significar una amenaza.Para lograr esto, Gaby tenía preparado un equipo especial que monitoreaba la posición de su vehículo mientras hacía el recorrido de vuelta a casa. Estas instrucciones se activaron debido a la cercanía con la base y pretendían colaborar con la seguridad de los chicos. A pesar de las buenas intenciones del sistema organizado por la pelirroja, estas solo afectaban de manera desventajosa, pues, solo lograba que el vehículo dé vueltas sin sentido en el mismo círculo, debido a problemas técnicos y la inexperiencia del emisor y receptor.Gaby seguía las instrucciones al pié de la letra, tal y cual decía en el manual del producto que adquirió. Supuso que era asi de simple
Por encima del vehículo, una alta y hermosa mujer se ponía de pie sobre el techo metálico. La luz de la luna llena dejaba ver sus blancos cabellos ondeando con el ligero viento y sus ojos brillaban con un intenso verde fosforescente que se posaban con interés sobre la pequeña niña.Teniendo un mal presentimiento, Kayla colocó detrás suyo a Novah para ocultarla. Sentía un aroma a peligro rondando el ambiente y en su corazón se iba mezclando el pánico con grandes dosis de coraje.Por su lado, Tarek fue caminando hacia su familia dando pasos lentos hacia atrás, atrapado y observando con encandilado asombro a la hermosa y extraña mujer de sexy figura y corto vestido. Esta giró levemente su cabeza hacia el joven y su mirada fría se posó sobre sus ojos perplejos, generando en él un repentino escalofrío con sensaciones alarmantemente agradables y llenas de éxtasis.—¿Quién es... ella?—expresó embobado Tarek al llegar al lado de Kayla con el corazón latiendo fuerte y la respiración entrecorta
—¡Tarek ayúdame! ¡No quiero ir con ella! ¡No dejes que me lleve!—gritaba la pequeña con desesperación—¡Tarek!—. Sintiéndose inmovilizado sobre el suelo, boca abajo y con la respiración entrecortada, un terco Tarek intentaba acercarse a la triunfante mujer, arrastrándose como podía muy lento sobre la arena, movido únicamente por la desgarradora súplica de Novah. —¡Tarek!—. —¡Novah!—exclamaba Tarek con los dientes apretados, ahogado por la falta de aire. De pronto, saliendo por la puerta del vehículo enérgicamente, Ryan corrió en dirección hacia lo profundo del desierto, pasando a 10 metros de su amigo caído. Sintiendo su presencia, todas las miradas acompañaron el recorrido del muchacho, incluso los de Luna. —¡Ryan! ¡No huyas, cobarde!—exclamó con decepción Tarek. —¡Ryan!—repitió Novah. Sin mayor interés, la imponente mujer desvió su atención del cobarde muchacho y volvió a concentrarse en Novah. Tras dedicarle una última mirada de satisfacción por su logro, inició su r
Dentro del vehículo y surcando el desierto a toda prisa, los amigos se dirigían a "Ciudad Principal" con motivo de emergencia, en búsqueda de la pronta asistencia médica que requería la gravedad de las heridas de Kayla.Para lograr el éxito en esta misión, Gaby ordenó movilizar a toda su organización a la clínica médica más apta dentro de la fortaleza, solicitar una sala de emergencia y retransmitir la señal de rastreo desde aquel punto para una rápida llegada.A mitad de camino, algunos amigos parecían reposar incómodos sobre sus asientos en total silencio, con tensión en sus cuerpos y angustia en sus corazones. El deseo de llegar lo más pronto posible era palpable y se notaba en los puños apretados de algunos y las serías miradas comprometidas en otros.Por su lado, Tarek sostenía con cuidado el cuerpo inconsciente de su "hermana" Kayla, entre sus brazos, a quien había cubierto con una gruesa manta de pies a cabeza tras haber sentido una sutil frialdad en su piel. Esto lo llenó aún
10 minutos más tarde, la unidad médica, encargada por Gaby, llegó al punto de encuentro establecido. Era un vehículo que prácticamente volaba al raz de la arena, con el mismo mecanismo similar al PCM Sand Bike, con propulsión a presión molecular. Tenía 8 patas metálicas con las que se posaba sobre el suelo y se movían como las de una araña, en todas las direcciones. La parte superior de la unidad era una cabina del tamaño de una habitación. Tras posar su base sobre la arena y abrirse las gruesas puertas por si solas, dentro de este espacio, se lograban ver una veintena de brazos delgados que colgaban de un aparato sólido adherido al techo, los cuales reaccionaron ante el cuerpo que llevaba Tarek en los brazos, guiados por una luz dentro de pequeños telescopios que se estiraban y contraían a voluntad de la autonomía que poseía. Tarek sintió un terror al ver por primera vez algo que realmente parecía futurista, comparándola con una criatura aracnida; reacción contraria a la de Gaby, qu
Los vehículos que iban por delante fueron drásticamente requisados, uno a uno, y sin tener suerte la mayoría de éstos. Bastaba una simple sospecha por un malentendido, el nerviosismo, el tartamudeo o hasta el silencio de alguna persona dentro para que los obliguen a tirarse contra el piso y el coche fuera lanzado por los cielos. Sin tiempo ni manera para calmar la inseguridad y el pesimismo que había provocado la situación en Ryan, el coche que tenían por delante fue arrojado al aire y dio pase al vehículo que conducía Gaby. Ya detenidos al lado de los guardias, Ryan se quedó paralizado de inmediato, estático sobre su sitio, con un rostro que daba a entender que ni siquiera respiraba, ojos saltones y dientes apretados. El resto se quedó en silencio sin expresar algún movimiento o gesto, con excepción de Gaby, quien mantenía la serenidad, demostrando su experiencia vivencial en esta ciudad. Cumpliendo la rutina, un guardia se acercó a interactuar hacia la ventana del conductor mient