Con mucha dificultad me puso de pie, logrando apartar de su cintura dicha navaja y muy afilada, por cierto, y sin que la pelinegra logre darse cuenta empezar a cortar a duras penas tales nudos.
- ¿Por qué lo hiciste? – pregunto Olivia, quizás para distraerla de mis movimientos o realmente se sentía curiosa.- Solo quería vengarme de su padre. No sabía que eran mafiosos.- Él no te perdonará. – digo, refiriéndome a Andréi. Se de primera mano que el aprecia bastante a Oli, que daría la vida por ella.Entenderán al aprecio que me refiero.- ¿Quién? – pregunto, y libere mis manos. Sin importarme nada me lance al suelo y corte de una la soga que amarraban mis pies, Verónica reaccionó y se lanzó sobre mi gata, quien logró esquivarla. Cayó de bruces al suelo, sin embargo, en ningún momento soltó el