Ahora, Esteban en la mente de Rafael es simplemente un despreciable hombre que abandona a su esposa e hijos. Originalmente, él no quería mirar los mensajes, pero no pudo resistirse a hacerlo.
Los mensajes de Esteban eran básicamente sobre pedirle a Rafael que cuidara a Isabella, preguntando sobre su situación actual y si había decidido abortar.
—¡Mi primo es realmente un hombre despreciable! — Rafael no respondió, simplemente bloqueó la pantalla y guardó el teléfono de inmediato en su bolsillo.
Rafael estaba profundamente insatisfecho con el carácter de su primo, a quien no había visto en más de veinte años. ¿Cómo podía ahora obligar a su recién divorciada exesposa a abortar?
Cerca del mediodía, Isabella recibió una llamada de Herman.
—¿Prefieres volver a casa para almorzar o que la asistenta te traiga la comida al laboratorio? — Aunque Herman estaba preguntando, su tono dejaba claro que no aceptaba negativas.
Isabella podía escuchar claramente el sonido de Herman hojeando documentos a