Volvía al país que tantos recuerdos amargos me traía. Casada, enamorada y con un bebé en camino.
Nicholas me consiguió hora con un buen médico para ir a ver cómo estaba el bebé. Por mi parte llamé a una agente inmobiliaria para vender todo lo que me quedaba, solo teníamos que concretar una reunión e ir a los lugares.
Personalmente había dilatado mi regreso a la casa de Andrés, pero era el momento de ir para desligarme de todo lo que tuviese que ver con ese pasado. El dinero de esa venta lo quería para ayudar a alguna fundación, yo ya no necesitaba más.
El avión estaba a punto de despegar, seguridad llegó a avisar que todo estaba revisado y que incluso los mecánicos del avión habían dado el okey para despegar.
Notaba muy tenso a Nicholas, pero intentaba ocultarlo.
—Amor, ¿estás seguro de irnos a Chile por un tiempo? —pregunté, pensando en que no era necesario hacer un viaje tan apresurado.
—Sí. Tenemos que alejarnos. Ya tengo agentes privados investigando y la verdad es que todo