Ava no vio a Alessandro durante el desayuno. Fue un alivio después de haber pasado la noche en su cama y tener los pensamientos enredados. Aunque esto último era algo constante desde que había llegado a esa casa.
Cuando no lo vio durante el desayuno creyó que él estaba escapando, pero resultó que solo era uno de esos días que tenía que ir a su empresa, temprano, para resolver algunos asuntos. A veces se preguntaba cómo hacía él para tener tiempo para sus hijos con tanto trabajo que hacer.
Su empresa era una de las más grandes del país y estaba segura que Alessandro tenía muchas responsabilidades. Sin embargo, hasta ahora, siempre procuraba estar en todas las comidas de los niños o como mínimo en una de ellas. Eso era bastante bueno porque se podía ver que sus hijos estaban creciendo con amor y estabilidad pese a la circunstancias.
Miró a los niños sentados a los lados de la mesa del comedor familiar. Había otro salón al otro lado de la casa que era para eventos grandes que se organ