Punto de Vista de
Las cosas habían vuelto a ser como antes. Aunque había estado dormida durante cuatro años mientras Tomás se casaba con otra, todo permanecía inmutable. Seguía sintiendo esa fractura interior, como si nunca hubiera tomado el acónito.
La furia me consumía porque Tomás había ordenado a uno de sus hombres que me arrastrara a la fuerza cuando solo quería ver a Héctor, hablar con él. Habían pasado cuatro años, ¿por qué no podía comprender eso? ¿Por qué me negaba esa oportunidad?
Algo grave estaba ocurriendo... el Alfa Damián había regresado a vivir aquí. Que un alfa retirado volviera no auguraba nada bueno para la manada ni para su prestigio ante las demás. Me ocultaban información y presentía que se trataba de algo mucho más serio que la invitación recibida por Héctor.
Me dolía profundamente verlo tan angustiado cuando había creído que tal vez habría seguido adelante, que quizás me habría olvidado después de tanto tiempo.
Tomás se negaba a permitir que me mudara a un cuart