Sophia
Estaba delante de mí y no me lo podía creer. Y es tan guapo, se parecía a esos actores que se ven en las películas. - Le saludé. ¿No me has oído? - me preguntó. Me quedé en silencio. Estoy en estado de shock. Como un tipo de este tamaño, bueno, va bien vestido, lleva un traje negro, camisa blanca y corbata negra. Y también lleva pantalones negros, el pelo un poco rizado de color castaño y los ojos marrones. Y no deja de mirarme. Luego se sentó a mi lado. Inmediatamente levanté la ceja. - ¿Qué? ¿Está bien que me siente aquí? - preguntó mirándome. Su mirada era dulce y su voz suave y aterciopelada, muy agradable de escuchar. Sentí que todo mi cuerpo se estremecía. - Maldita sea Vitor, ¿por qué tanta prisa? Miré hac