Gerrard Gauthier, es el dueño de Nur Group, una de las empresas más importantes del sector financiero a nivel mundial, pero también es un hombre solitario debido a una gran decepción amorosa, y que solo busca concentrarse en ser cada vez mejor en lo que hace. Sin embargo, a su llegada de Viena después de terminar su doctorado en finanzas, su vida se ve totalmente sacudida cuando conoce a Alenka Zielinski, una mujer que estuvo a cargo de la mayoría de sus proyectos durante su ausencia y muy diferente a las mujeres que él ha conocido que le hará ver la vida de una manera diferente. //La reproducción total parcial de este material queda prohibida. La historia esta registrada en Safe Creative. Copyright © //
Leer másNew York City, Nueva York
Abril
Hay situaciones en la vida que te cambian para siempre, y se podría decir que algo de eso es lo que me ha pasado a mi en este ultimo tiempo. A nivel profesional no hay nada que cambiaria, he conseguido mi doctorado en finanzas y la satisfacción de poder convertirme en uno de los mejores en mi rubro me lleva a sentirme un hombre sumamente feliz en este ámbito, después de todo soy el dueño de una de la empresas más importante del sector financiero a nivel mundial asique ¿Qué más podría pedirle a la vida? ¿no? Ah, si… amor… cierto, dicen que sin eso la gente no es feliz, pero el problema es que yo lo conocí y no sé si estoy muy de acuerdo con esa teoría.
Enamorarme de Haizel, ha sido exactamente lo mejor y lo peor que me ha pasado en la vida. Por una parte, ella ha hecho que viviera momentos inolvidables, que aprendiera el significado de estar en una relación estable y el querer hacer “planes de vida” con la persona a la que amas, pero por el otro lado, perderla me ha hecho caer de rodillas sobre el suelo llamado “amor”, algo tan intangible como el viento y tan duro cuando golpea como una roca. Sinceramente nunca había querido caer en este terreno justamente por esto, pero bueno, lo intente y no funciono, asique no me lo puedo reprochar.
El estar a cargo nuevamente de este imperio, no ha ayudado como yo creía que lo haría. Puedo estar en una reunión tras otra, puedo viajar a Chicago, Miami, Paris, Roma, o Múnich para cerrar negocios, pero nada me hace olvidarla y esto comienza a frustrarme un poco más de la cuenta.
—Buenos días, señor Gauthier.— Me saludan los empleados que están en el lobby del edificio a medida que voy entrando al mismo.
—Buenos días a todos.— Respondo de la manera más cordial que puedo y voy atravesando el lobby hasta llegar al elevador.
Se siente extraño estar de regreso después de tanto tiempo, y es que, entre mi residencia en Viena para terminar el doctorado y mis constantes viajes de negocio para tratar de olvidarla, apenas he estado aquí presente.
Tan solo cuando las puertas del elevador se abren y me encuentro solo allí, me quito mis lentes de sol, presiono el botón número 55 y al ver mi reflejo en el espejo me preocupo una vez más. He bajado de peso, tengo ojeras y apenas consigo mantenerme despierto durante el día, soy lo más parecido a un zombi que pueda existir —No puedes seguir así. — Me digo y respiro profundo.
En todas estas semanas me he estado debatiendo a mí mismo en como continuar con mi vida, volver a aquel submundo donde el amor no existe y ser el hombre frio que fui una vez, es una opción muy tentadora. Ese es el mundo que conocía antes de Haizel, ese es el mundo que me mantenía en pie y donde yo más cómodo me sentía, pero lo deje todo por ella, me saque la armadura, deje mis armas a un lado y termine perdiendo.
Las puertas del elevador se abren rompiendo mi momento de soledad, y al salir, me encuentro con la mujer que ha llevado gran parte del peso de mi trabajo durante mi ausencia «¿Alenka era su nombre?» Me cuestiono y debo admitir que me he comportado como todo un imbécil con ella a pesar de todo lo que ha hecho por la empresa, ni siquiera, la he recibido tal y como se merece y como suelo hacerlo con toda la gente que trabaja conmigo —Buenos días, señor Gauthier.— Me saluda amablemente y le sonrió levemente.
—Buenos días Alenka.— Respondo y sigo mi camino.
«¿Desde cuándo soy así de frio con la gente que es parte de mi equipo?» Me pregunto y me detengo en seco a mitad del pasillo para regresar a donde ella.
Me paro frente a su escritorio y ella me mira algo preocupada. Sus ojos azules se clavan en mi —¿Necesita algo señor Gauthier?— Me pregunta preocupada y niego.
—¿Hace cuánto que estás en el equipo financiero?— Cuestiono y es que realmente no tengo idea. He estado tan mal anímicamente que ni siquiera me quise dar a la tarea de entrevistar a quien sería mi reemplazo durante mi ausencia.
—Hace dos años señor, el mismo que usted llevaba fuera del país hemos estado hablando por correo electrónico aprobando todos los documentos junto con los demás ¿hay algo que este haciendo mal?— Pregunta bajito.
—No, has llevado las cosas muy bien. Discúlpame si no me he tomado el tiempo de hablar contigo cuando he llegado a la empresa, es que he estado con mil cosas en la cabeza y como sabrás tuve que ponerme al día con todo lo que paso mientras que estuve fuera del país.— Digo algo avergonzado con ella y es que si hay una cosa que siempre cuide como dueño de esta empresa es tratar a los empleados como lo merecen y con ella no lo he hecho.
—No se preocupe señor, yo entiendo, ha estado muy ocupado últimamente.— Responde y me da una leve sonrisa.
—¿Te parece si almorzamos hoy y nos ponemos al día con los nuevos proyectos?— Propongo y es lo única manera que se me ocurre resarcirme con ella.
—Claro que si señor Gauthier, ¿quiere que ordene alguna comida en especifica?— Me pregunto y niego.
—¿Cómo crees? Solo reserva una mesa en el restaurante que tu gustes y llámame por mi nombre, no soy tan mayor, apenas tengo 40.— Digo intentando ser yo mismo una vez más y se sonríe.
—Como guste Gerrard.—
—Y tutéame.— Continúo diciendo y doy una leve palmada en el escritorio para luego seguir caminando —Iré a comenzar el día, si necesitas algo déjame saber, los proyectos ya están distribuidos entre el equipo ¿no? — Digo alejándome hacia mi oficina.
—Si, por supuesto.— Le escucho decir y supongo que lo mejor que puedo hacer para salir de mi depresión post “amor”, es centrarme nuevamente en mi trabajo.
[GERRARD]Aquel día durante los festejos de nuestra boda, no solo celebramos el momento más especial de nuestras vidas, sino que también su cumpleaños. Hoy, veo los portarretratos que adornan los muebles de nuestra casa, y me doy cuenta de todo lo hermoso que hemos construido en estos años. Paso mis dedos por la primera foto que Alai y yo nos tomamos afuera de la corte y aun sigo viendo su carita llena de emoción cuando la llame Alai Gauthier. Esa niña que años atrás robo mi corazón, ahora se ha convertido en una adolescente que nos pide permiso para salir con sus amigas mientras que su madre y yo no podemos conciliar el sueño hasta su regreso.Veo la primera foto de Alesha y cierro mis ojos para escuchar una vez más su primer llanto, uno que fue mío también. Sabía que tener hijos te cambiaba la vida, pero lo que la gente no te dice es que también te cambia el corazón y a medida que nuestra familia se fue agrandando, mi corazón también lo hizo. Alenka y yo hemos construido una familia
[GERRARD]Meses después: 21 de septiembreEn este último tiempo, he entendido que la vida siempre te da una segunda oportunidad para ser feliz. De pasar a creer que sería un hombre solo y decepcionado del amor, he pasado a ser el hombre más feliz de todos. Me encontré a una mujer diferente, una que de cierta manera estaba esperándome en mi propia empresa, y no fue hasta que regresé que la encontré. Una vez escuche una famosa palabra en árabe, “maktub” y su significado nunca se me olvido; “lo que esta destinado a suceder siempre encontrara una forma única, mágica y maravillosa de manifestarse.” Hoy más que nunca creo en esto.No sabría si me temblaron más las piernas cuando el doctor nos dijo que esperábamos una niña, o ahora que estoy parado frente a este altar esperándola. Observo como Alai camina lanzando las flores sobre la alfombra blanca que conforma el camino hacia el altar, y sonrió con solo pensar que en poco tiempo llevará mi apellido y se convertirá en la hermana mayor de Al
[GERRARD]Unas semanas después: 4 de julioNueva York tiene la sana costumbre de vestirse de fiesta cada 4 de julio. El cielo se viste de fuegos artificiales, las casa se llenan de gente con la excusa de celebrar, y por nuestra parte, no nos quedamos atrás. Puede que seamos todos extranjeros en esta tierra, pero no quiere decir que no queramos formar parte de la celebración, además, tenemos una noticia que dar.Teníamos la idea de hablar primero con Alai y luego con nuestras familias, pero la realidad es que tememos que ella lo dijera antes que nosotros, por ende, decidimos decírselos a todos al mismo tiempo. Como buenos anfitriones que somos terminamos de preparar las bandejas con los aperitivos, y las vamos llevando al jardín hasta que finalmente llega la hora de que llevemos la bandeja donde están las pequeñas cajitas blancas rodeadas de un lazo color gris —¿Estas nervioso?— Me pregunta mi futura esposa y sonrió.—Un poco, pero más que nada por tu padre, ¿y si me reclama porque no
[ALENKA]Había escuchado muchas cosas acerca de Gerrard, en la empresa decían que era un hombre frio que jamás demostraba sus sentimientos, y muchas otras cosas más, pero definitivamente toda esa gente nunca lo conoció de verdad. El hombre que ahora tengo a mi lado es uno que no me suelta de la mano, que cuida cada paso que doy, y que a cada oportunidad que tiene, me da un tierno beso de esos que parecieran inocentes, pero que en realidad están llenos de amor.—¿No te parece que estás exagerando?— Le pregunto cuando le pide a uno de los camareros que tenga cuidado con la bandeja ya que ha caminado muy cerca de mí.—En absoluto, tengo que cuidarte mucho— Se defiende y sé muy bien porque está actuando así, pero él debe entender que no soy como ella.—Ven conmigo— Le pido aprovechando que los invitados están entretenidos con el espectáculo musical que está dando el grupo que contratamos.—¿A dónde me llevas?— Me pregunta tratando de no reírse.Yo no respondo nada, solo sigo caminando con
[GERRARD]Algunas semanas después: 17 de junioDesde aquel día en que establecimos una fecha para la fiesta de la fundación, Alenka ha estado trabajando arduamente. En muchas ocasiones he llegado a pensar que no es humana. Ha dividido su tiempo entre la empresa, la organización de la fiesta, la planificación de nuestra boda, y por supuesto su rol de madre y prometida. En pocas palabras, es mi mujer maravilla, una que me tiene loco de amor.—¿Dónde está mami?— Me pregunta Alai cuando vamos entrando al inmenso salón de eventos donde será la fiesta.Miro a nuestro alrededor, pero el lugar todavía está vacío a excepción de los trabajadores que ultiman los detalles de la decoración y comida, ya que falta para que lleguen los invitados —No lo sé, déjame preguntar, tal vez se está cambiando en la suite— Comento y de inmediato me acerco a uno de los trabajadores —Disculpe, ¿por casualidad ha visto a la señorita Alenka?— Indago y él joven de cabello rubio mira a la mujer que está ayudándolo.—
[GERRARD]No es que conozca a Alenka desde hace muchísimos años, pero sí puedo decir que es una persona sumamente transparente y sincera, las cualidades que me mantienen cautivo de ella. Nunca había conocido a alguien que al saber que manejara una fundación este escribiendo ideas en la aplicación de notas del celular mientras que estábamos en una fiesta. Entro el coche al garaje, y la miro como tratando de averiguar qué otra cosa está escribiendo —Tenemos que hacer una fiesta de inauguración, una donde todos tus amigos multimillonarios puedan donar fondos—Menciona es inevitablemente sonrío.—Me encanta tu entusiasmo, si quieres podemos planear la fiesta antes de la boda, así las cosas, serán un poco más fáciles, ¿qué te parece?— Le propongo y hacía antes—Me parece perfecto, podríamos hacerlo en la tercera semana de junio antes de que todos se vayan de vacaciones por el 4 de julio— Sugiere.—Suena perfecto, tramitaremos todos los papeles de la fundación en estos días y mientras tanto
Último capítulo