24 DE DICIEMBRE
El tan esperado día de Navidad ha llegado; por una parte, estoy feliz porque ya mañana mi familia se marchará y me dejarán en paz. Por otro lado, me siento triste. Estos días que he pasado con Celeste puedo decir con seguridad de que han sido los mejores y divertidos tiempos de mi vida. Mañana será el día en que dejaremos de fingir un noviazgo, eso fue lo que establecimos cuando juntos elaboramos y firmamos el contrato.
Esta tarde he quedado con ella para salir un rato, la llevaré a la mejor tienda a que elija el vestido que usará esta noche. Quiero que se vea radiante y mi madre siga creyendo que es mi novia de verdad.
Me encantaría pedirle a Celeste que sigamos fingiendo por un tiempo más, pero sé que ella no lo aceptará. Yo la voy a extrañar demasiado, ella es muy divertida y me juega unas bromas de encanto con las que nunca me molestaría.
Lo admito, me he enamorado de ella como nunca lo he hecho en mi vida, la amo a pesar de que no es mucho el tiempo de haberla co