William y Melody llegaron a la televisora, bajaron juntos, había una fila larga. Melody miró a William. “Gracias por traerme, pero deberías volver, tardare un buen rato”.
William negó sonriendo. “Te acompañare”.
Melody insistió, pero William no aceptó dejarla sola. Llegó el turno de Melody y William le dijo. “Buena suerte”.
El pequeño escenario estaba decorado simple detrás el título del concurso estaba colgado, con letras brillantes, un micrófono en el centro, Melody camino hasta él quedando frente a una mesa donde tres jueces revisaban sus apuntes.
Melody se acercó al micrófono. “Buenas tardes, soy Melody… López”
Los jueces asintieron para que ella empezara, tenía que cantar a capela.
La voz de Melody recorrió el lugar, era la canción de Natalia Jiménez- creo en mí…
Ya me han dicho que soy buena para nada
Y que el aire que respiro está demás
Me han clavado en la pared, contra la espada
He perdido hasta las ganas de llorar
Ella movía sus manos haciendo ademanes…
Pero, est