NATHALIE
Este hombre se le zafó un tornillo
—Está bien, pero yo iré contigo. No dejaré que te pasees por el pueblo como si fueras una mujer soltera y libre; eres mi esposa y así será por tres años. Si el pueblo entero se tiene que enterar, entonces que se enteren con quién te casaste, hay demasiados idiotas por ahí cerca.
Yo firmé un papel para ser su esposa obligada, su esposa no para a ser de su propiedad ni que yo fuera un trofeo, si claro un trofeo con lentes de fondo de botella, cuanto hubiera dado porque eso se diera en otras circunstancias casada con el porqué me ame, no porque me necesite para salvaguardar su fortuna, ahora estoy aquí esperando que termine, pero no me pierde de vista ni un instante, ya me aburrí mejor me voy a dar una vuelta por su empresa, se supone que soy su esposa y puedo hacerlo al menos que sea de esos típicos jefes que tienen alguna amante en este lugar, eso sí que yo no voy a aguantar cuernos de ningún tipo, a veces me desconozco hablando de esa forma,