—“Mónica”, es un lindo nombre. —dijo la señora volviendo a llamar su atención.
—Muchas gracias, señora.
—Oh, por cierto. Mi nombre es Jessica y él es mi esposo William Green. —No pudo evitar quedar impresionada por el parecido qué su novio tenía con su padre. En lo único que se parecía a su madre era en el color de sus ojos y en su cabello ondulado.
—Es un gusto conocerlos —Ella se acercó para estrechar sus manos— Mi nombre completo es Mónica Goodwin.
La pareja compartió una mirada y también sonrieron. Tomó eso como una buena señal.
—También nos complace conocerte. Will no sabe que vendríamos hoy.
«Eso lo explicaba todo». De haberlo sabido, sin duda William la habría puesto al tanto.
—Entiendo.
—¿Qué estabas cocinando? Huele delicioso. —preguntó la madre de William.
—Oh, sí. Son unas anzac biscuit. ¿Desean probar?
—Por supuesto —dijo el señor Green. Ella fue a la cocina y la pareja la siguió.
Mónica le sirvió a cada uno y luego de probar las galletas la halagaron. Ella no pu