PDV: Viena
Aunque batallara y dijera miles de argumentos el no paraba de ignorarme. Luego de unas largas horas de trayecto en la que me había quedado dormida, escuchaba su voz, así como la forma en la que tocaba mi hombro para que despertara.
—¡Hey! despierta, hemos llegado, debemos bajar para registrarnos en el hotel y de allí ir a cualquier capilla o lugar donde hagan estos trámites de la manera más rápida posible.
—No bajare, desiste de esta tonta idea, aunque nos casemos sabrán que es una farsa.
—No te estoy pidiendo opiniones y baja de una vez.
—Tengo nauseas y muero de hambre.
—¡Demonios! Olvidaba tu estado. Luego de esto te podrás complacer comiendo lo que te apetezca, pero mientras vayamos a hacer lo que digo.
—De acuerdo, continuemos con este teatro.
Luego de bajar de pésima manera, preguntaba en que hotel nos alojaríamos.
—¡Que pregunta! nos alojaremos en uno de los mejores, nada como volver a hospedarme en una excelente suite del Cesar Palace.
—Olvidaba lo presumid