Capítulo 49. Todo sea por un bien mayor
Dragos había tomado el mando del reino. El nuevo Dragos trabajaba por su pueblo en comunión con su hermana y su cuñado que era un lobo, aunque él licántropo prefería quedar al margen de la realeza, aunque vivía en el castillo con su mujer e hijos, trabajaba dirigiendo los cultivos, haciendo lo que siempre había hecho sin importarle que ahora era el marido de una reina.
Para Dragos los trillizos eran su alegría, dos varones y una niña que era la luz de sus ojos, no era raro verlo con los niños escalando su espalda o que faltara a una reunión porque los niños se habían dormido en su regazo, y es que ellos podían dormir por ser híbridos y para Dragos vigilar sus sueños era lo más preciado que tenía en el mundo.
Gerald estaba seguido en Transilvania y también recibía a sus hermanos en su territorio, desarrollaron convenios de cooperación entre vampiros e híbridos, la persecución de cazadores humanos se había intensificado y desde que lograron matar a una Alfa de manada se habían or