Después del desayuno Connor los lleva hacia el área de cuidados intensivos, con un permiso correspondiente deja que Mayra ingrese a la habitación, mientras sus hijos lo miran por la ventana.
—Solo tienes quince minutos, luego entrarán ellos. Mantente tranquila, él puede escucharte y puede que se altere. — le advierte Connor.—gracias, lo tendré presente —Responde ella entrando.Camina lento y temerosa hasta la cama donde se encuentra su amado, dormido. Sintiendo que el corazón se apachurra dentro el pecho se posa frente a él, buscando las palabras correctas para no llorar, aunque el solo verlo en ese estado, le hace arder los ojos. Respira hondo antes de acariciar su rostro y acercarse para besar sus labios.—Hola, amor —Acaricia su mano—Quiero pensar que solo estás dormido y que este encuentro es uno de esos románticos que teníamos, cuando me sorprendías dormida. —Deja un suspiro para ahogar sus lágrimas —Quiero que despiertes para abrazarte y deci