Al otro día me levante con mucha hambre, parece que el desgaste de ayer un demasiado.
Mire la hora y ya eran como las 11, or suerte era Sábado y no tenia que ir al colegio. Decidí darme una ducha y bajar a comer algo.
Al salir de la ducha escucho que gopean la puerta , voy a recibir a quien sea que esté atrás y era Sariel con una bandeja que olía deliciosa mente.
- Hola bella durmiente, pensé que ibas a tener ganas de desayunar.- me dice con su sonrisa de lado.
- Mmmm que Rico, pasa o te como a vos- le dije sonriendo
-mmm me parece que voy a ir a dejar la bandeja y vuelvo !- Me dijo guiñandome el ojo
Entro y mientras acomodaba todo en la mesa fui a cambiarme. Últimamente usaba mis vestiditos de gimnasia y las calzas ya que si bien no había engordado y la panza aún no asomaba, las caderas estaba un poco más grande y me molestaba los pantalones.
-Gracias por traerme la comida!- le dije mientras me metía una medialuna en la boca