Al día siguiente me desperté abrazando a mi princesa, esta es una gran manera de despertar si me lo preguntan. La observe durante unos segundos con una sonrisa de idiota en mi rostro hasta que ella comenzó a despertar.
-Buenos días, preciosa-
-Buen día guapo- Di un corto beso en sus labios y escondí mi rostro en el hueco de su cuello y su hombro aspirando su aroma dulce.
-¿Quieres desayunar cariño?- Pregunté en voz baja sin soltarla, amaba despertar junto a ella y abrazarla-
-Tengo que ir a trabajar a casa de tu padre amor, ¿Quieres desayunar allá?- Responde acariciando mi cabello.
-Claro, aprovecho para platicar con mi padre y me cuente que sucedió ayer- Dije recordando que él se quedó en el restaurante con Lily.
-Cierto, iré a cambiarme- Se levantó un poco dejando entre ver su piel desnuda, haciéndome recordar lo que sucedió anoche. La observe detenidamente lamiendo un poco mi labio inferior -¿Pasa algo?- Pregunta notando mi mirada fija en ella.
Sonreí un poco pervertido, me acerqué