—Vaya Jacinto…
—Deduzco quienes fueron patrón, pero conozco a los hombres una vez los veo. Tal vez ese es mi don, ustedes son hombres con un código de honor y familia que lo tienen enraizados en sus venas y usted es el líder.
» Utilice todo su conocimiento para hacer el bien. Los malos son pocos, pero hacen mucha bulla, mientras que los buenos nos quedamos pensando, literalmente no hacemos nada.
» Y en ocasiones en ese lote de buenos es de donde salen los que alzan la bandera y hacen la diferencia, a mí se me hace que usted es uno de esos. Fue educado en el infierno para que pueda entenderlo y ahora sabe lo bello que es el cielo.
» Si usted puede pasar de un lugar a otro, ¿no cree que debería ser el instrumento para ayudar a Dios? Y no me refiero a darle dinero a la gente, soy de los que piensan que debemos trabajar pa’ tener el dinero.
» Pero hay cosas que el dinero no compra, la libertad es una de esas. Muchas cosas podría ser Patrón. —Las palabras de Jacinto me tenían al borde de u