Dante
El cuello me pica y tengo que remover con los dedos queriendo quitarlo pero la mirada que me dedica mi madre me hace desistir de ello. El aire me falta y las manos me sudan de una manera en que jamás lo había experimentado , es ridículo que me esté pasando cuando estoy seguro de lo que sucederá , no hay dudas ni incidentes que pongan en riesgo nada , al menos no por ahora y estoy como un maldito crío del que se burlan los pendejos de Ambrosetti y Brown quienes están con una copa en las manos tomando y riendo.
¡Malditos! ¡Ojalá y se les caiga el vaso!
Intento tomar un whisky pero lo dejo de lado porque prometí que no lo haría antes de la boda.
Todo está tal cual lo pedí , las flores , los invitados comienzan a llegar pero no me voy a plantar a recibir a nadie , si fui por algunos es porque son en quienes más confío y otros de los cuales tenía que dar instrucciones que no pienso estar pendiente durante esta semana. Andrey los sabe pero él también estará ocupado además que quiero