Ahora, su hija ya no estaba. Ella había querido que trabajara con gente poderosa para tener la oportunidad de conseguir un trabajo bien pagado. Ahora lo único que les quedaba de ella eran sueños vacíos.

Maisie sonrió. “¿Cuánto quieren como compensación?”.

“Al menos ochocientos mil dólares”.

Cherie casi pierde la calma al ver a la Señora Winters tratando de aprovecharse de la situación. ¿Ochocientos mil dólares? ¡Ella pensó que eso era demasiado!

Maisie sonrió. “¿Piensan volver y pedir más cuando el dinero se les acabe?”.

La Señora Winters se quedó sorprendida, como si Maisie hubiera descubierto su plan, y dijo furiosa: “¿Qué estás tratando de decir? ¿Vas a dárnoslo o no?”.

“Cherie, ¿cuál es el término legal para esto?”. Maisie no le respondió, sino que le hizo una pregunta a la persona que estaba a su lado.

Cherie lo entendió de inmediato. “Extorsión. La sentencia mínima es de tres años, pero si es por un monto de ochocientos mil dólares, supongo que quizá unos 15 años”.

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