Pero Daisie no sintió ninguna de estas emociones, todo lo que sintió fue angustia.
Sentía pena por la carga que Nollace tenía que soportar y por el peligro y la situación en la que tenía que estar.
Daisie también quería enfrentarse a ellos con él, pero no podía hundirlo.
Después de un largo rato, Daisie se separó de los brazos de Nollace, y se le secó la garganta. "Nollace, debería irme ya. Cameron no podrá darle una explicación a Waylon si no logra localizarme".
Nollace le dio un beso en la frente, y el atisbo de ternura penetró en su corazón.
Luego la soltó. "Regresa entonces, y no corras por ahí".
Daisie asintió, abrió la puerta y salió al pasillo.
Nollace se apoyó en la pared, levantó la cabeza y respiró hondo, aunque hubo un momento en que no quería dejarla ir.
Daisie ordenó sus emociones y regresó a la sala privada.
Cameron ya estaba sentado en la habitación, comiendo cómodamente unos bocadillos. "¿Vuelves tan pronto?".
Sonaba como si supiera a quién había ido a ver Dai