Bueno, parece que Sunny subestimó a Las Serpientes, después de todo.
Cameron se sorprendió un poco al ver lo minucioso que era el análisis de Nollace. Su tiempo con Nollace era bastante corto hasta el momento, pero le bastó para darse cuenta de que era observador, astuto, perspicaz e increíblemente inteligente. Nunca ponía todas sus cartas sobre la mesa y nunca dejaba rastros que pudieran incriminarlo. Era misterioso.
Cuanto más misterioso era un hombre, más inquietante le resultaba. Si se le hubiera aparecido como un enemigo, Cameron dudaba que pudiera escapar de sus garras.
Palpó el borde de su taza de té y sonrió enérgicamente. "No me preocupa demasiado el plan de Joaqin. Es su hija la irritación más grande".
Nollace entrecerró los ojos en silencio.
Cameron apoyó un lado de la cara en su mano y se apoyó perezosamente en el reposabrazos. "El otro día me topé con dos extranjeros en un restaurante". Canturreó, observando su reacción. "Un hermano y una hermana, creo. No parecían pe