El Señor Mayweather giró la cabeza y le preguntó con una expresión ligeramente desconcertada: "Puedo saber...".

Xyla vaciló: “Él es… un inversionista de nuestra película. Seguro vino a visitarme".

Tenía sentido para el Señor Mayweather.

Yorrick le asintió cortésmente al Señor Mayweather. "Señor Mayweather, es un honor conocerlo".

El Señor Mayweather sonrió cortésmente y lo examinó de pies a cabeza. “Usted no es de por aquí, ¿verdad? No lo he visto antes en el mundo del entretenimiento".

Yorrick sonrió. "Así es, no soy de aquí".

A Xyla le preocupaba que Yorrick quedara expuesto y rápidamente sugirió: “Papá, ¿no tienes trabajo que hacer? No hace falta que te quedes conmigo, ya que tengo a Mindy. Así que ve primero a casa y dile a Mamá que estoy bien. Me darán el alta después de unos días de reposo".

El Señor Mayweather quería decir algo, pero su hija seguía insistiendo, así que ¿qué más podía decir? Ya se sentía aliviado después de comprobar que su hija estaba sana y salva.

“Está