—Entonces, que lo devore.
—No tengo suficiente poder para controlarlo.
—¿Solo es cuestión de cultivación? ¡Yo tengo suficiente poder!
Juan dijo estas palabras con total determinación y, sin dudarlo, empezó a canalizar poco a poco toda su energía, dirigiéndola sin reservas hacia el Gusano de Seda Dorado.
De inmediato, el Gusano de Seda Dorado emergió de la palma de Marta, y al mismo tiempo, el resplandor dorado que lo rodeaba comenzó a expandirse lentamente.
La niebla negra fue absorbida a una velocidad visible a simple vista por la luz dorada, y además las sombras errantes también se disolvieron en esa energía dorada.
A medida que la niebla oscura se desvanecía, ambos oyeron lo que parecían ser gritos de agonía.
—¡¿Cómo es posible?! ¡Es el mismo Gusano Sagrado! ¡Tú apenas eres Gran Maestro y ya puedes absorber mi Gusano Sagrado! ¡Esto en realidad, no puede ser real! —La voz sorprendida de Enoc se oyó desde el interior de la niebla negra.
Juan y Marta no prestaron atención alguna a sus