Capitulo 14 "Desnuda y..."



Seguí bailando, dejándome llevar por la canción que en ese rato sonaba. Cuando giré a ver si mi presa de esta noche aún seguía viéndome, ya no estaba.

— Hola —una voz se escuchó por detrás mío.

Me giré pensando que era Astor, pero no. Un hombre Moreno, me estaba hablando.

— Hola —le devuelvo el saludo.

— ¿Quisieras venir conmigo y tomar algo? —me pregunta.

— Que pena —miento— Pero no, gracias.

Me intento alejar de él, cuando vuelve a hablarme, así que me detengo.

— Estaremos aquí, no soy ningún peligro —me dice nervioso o algo parecido.

Mis sentidos de alerta se encienden. Tengo que alejarme rápido de él.

— No, gracias —reitero.

— Bebé —una segunda mano me toma por la cintura, y me jala en su dirección— Hola —me saluda normal Astor.

No digo nada, ya que todo ha pasado muy rápido. Astor me guía para llegar a otra sala, donde hay parejas hablando y la música es muy suave.

— Gracias —le digo.

— Me debes otras, Elisa —me dice juguetón. O quizá algo tomado. 

— Ya te debo muchas, al parecer —Respondo.

Astor luce muy bien esta noche. No viene para nada elegante, como la gran mayoría de hombres. Su vestimenta consta de unos pantalones a la cadera, con una playera gris, Botas tipo combat y joder. Esa sonrisa que indica problemas. Además de su estatura y músculos que siempre lo acompañan.

— Es muy interesante que hayas aparecido bailando, justo cuando pensaba en ti —me dice.

No puedo evitar sonrojarme.

— Ven a mi casa —digo directamente y sin pensarlo.

Que vergüenza. Pero en la cama se me resbala. Jaja ¿Qué estoy pensando?

Supongo que el poco alcohol que ya tengo en mis venas, están haciendo un poco de efecto.

— No me opongo a esa idea, Elisa —responde Astor.

Me toma de la mano y me guía. Nos toma tan solo unos dos minutos salir del abarrotado lugar.

Astor no me dice nada, solo me sigue tomando la mano con fuerza y seguridad. Caminamos en silencio hasta llegar a su camioneta, donde el me abre la puerta, y subo.

Al Astor subir a la camioneta, una canción llega rápido a mi. Es algún tipo de rap.

— ¿Qué estabas haciendo aquí? —preguntó rompiendo el hielo.

Tengo tantas ganas de sentarme arriba de él, y besarlo.

— Lo mismo que tú, Elisa —me responde.

— Yo vine a llevarme a un chico a mi casa —Digo— ¿Tú también? —me burlo

— No un chico, pero si una chica —me responde— pero encontré a la que anda rondando por mi cabeza estos últimos días.

— ¿Qué piensas sobre mi? —pregunto interesada.

— Uff —responde— Será mejor que lo veas, explicarlo sería difícil. Si me llevas a tu casa para lo que yo pienso, verás todo lo que he soñado.

— Papi —le digo— follam —no puedo terminar la palabra, por el susto de frenar el auto.

Astor detiene de golpe el auto. Y no puedo mas, mi entre pierna me comienza a doler.

— No juegues con fuego, capitana —me dice demasiado serio.

Me subo a horcajadas sobre él. Y sin pensarlo lo beso. La intensidad del beso comienza suave, pero Astor pronto se adueña de mi boca.

Sus manos viajan a mis pechos, y suelta una especie de maldición. Lo sigo besando como si mi mundo dependiera de ello. Cuántas ganas tenía de esto.

— Nena —me llama— detente, ocupo estacionar si no, alguien nos verá. Y no tengo problema, no se tú —Inquiere juguetón.

Dejo de besarlo, y tomo una larga respiración. Mis pezones están duros, y mi entre pierna mojada. Mis mejillas rojas, y mis labios ligeramente hinchados.

Astor me lleva en sus piernas, y empieza a manejar. Pocos minutos tardamos en llegar a mi casa, y sin decirme nada, me baja cargándome.

Le doy las llaves de mi casa, y el las introduce de una manera muy fácil.

— No sabes lo que eres —su voz se ha tornado ronca— Me hiciste perder la cabeza, y no sabes todo lo que he pensado...

Me coloca suavemente en la un sillón de la sala. Y se quita la camisa.

— Maldita sea —murmuro viendo su cuerpo.

— Aún no te impresiones, nena —me dice.

Se sube sobre mi, y comienza a besarme. Sus besos son fuertes, dominantes y deseosos. Juega con mi lengua, juega con mis labios.

Sus manos me están tomando. Y empieza a querer subir mi top. El top se desliza suavemente por mi cuerpo. Y mi bralett se deja ver.

— Por dios, Elisa —traga en seco— Si hace rato hubiera visto que traías esto, te hubiera follado ahí mismo sin poder controlarme.

Me siento halagada. En serio que usar ropa sexy, te hace sentir super bien. Tener a Mikkel Astor fascinado por mi, es arte.

— Follame, ahora, aquí —ruego.

Astor se acerca a mi, y posa pequeños besos en mi abdomen. Así quita el botón de mis jeans, y conforme deja besos, me baja los jeans.

— M****a —dice— Quiero follarte duro, Elisa —me dice ronco— No creo poder olvidar nunca lo que estoy viendo ahora mismo.

Astor toca atrevidamente mis tatuajes que ahora mismo se están viendo. Pero falta uno que solo verá cuando me baje la tanga.

Me siento empoderada. Me está subiendo muy alto todas sus palabras.

Me quedo callada, mientras Astor me observa.

El se quita su pantalón y todo lo demás. Quedando en bóxer negro.

Me levantó, me montó sobre él, me carga con sus dos manos, mientras me besa el cuello. Sobre mi, siento su totalmente erecto miembro. Se frota contra mí, mientras sigue besándome.

— Ups —una tercera voz nos interrumpe.

Violeta está con un chico en la entrada de mi casa, viéndonos con tremenda sonrisa.

Me sonrojo un poco, pero Astor no me baja.

— Perdón —ríe Violeta— Pasemos rápido.

Violeta toma de la mano a un chico. Es alto, y es lo único que puedo ver, Astor se gira, tapando mi cuerpo con su cuerpo.

— ¿Dónde está tu habitación? —me pregunta Astor— ¿O vamos al baño?

— Segundo piso, tercera puerta —Respondo.

Astor no me baja, y así empieza a subir las escaleras.

— Maldición —me dice— Ahora mismo ya estuviéramos disfrutando.

— ¿Estás molesto o celoso? —preguntó divertida.

— Mm celoso, claro —responde rápido— Yo llevaba semanas imaginado tu cuerpo, como sería tocarte. Y ese tipo acaba de verte casi desnuda.