Capitulo 13 "Papi papi..."



Cada vez que recuerdo a Mikkel Astor, sin pensarlo mis mejillas se sonrojan. Pues le jugué una broma, una broma muy directa al llamarlo abiertamente papi.

Nunca pensé que para controlar a un hombre con una sola palabra bastaría.

Tuve que dejar el gimnasio, despidiéndome rápidamente de Astor. Mi madre me llamó diciendo que tenían que salir de urgencia, debido a que mi abuela paterna había tenido un accidente.

Normalmente cunado mi padre venía a visitarnos, antes, duraba en casa una semana. Mi madre y yo nos quedábamos 1 mes esperando su regreso. Todo cambió cuando cumplí los 18 años, mi madre me preguntó si tenía yo algún problema en que ella se fuera con mi papá, y mentí, le dije que estaba bien, que disfrutarán ellos.

Han pasado ya un tiempo desde aquello. Ahora yo disfruto la semana de vacaciones que se toman, y espero su regreso cada mes.

Me miro en el espejo, donde tengo puesto unos pantalones ajustados tipo piel en color negro. Un top, y unos botas con tacón. Y en verdad que luzco sexy.

Y eso que no han visto el increíble conjunto que tengo puesto de lencería. La persona que lo vea esta noche, definitivamente se va a enamorar de mi.

En serio que desde que descubrí este mundo, sentirme bonita y sexy nunca fue tan fácil.

— ¡Ellaaaa! —me dice Violeta cuando me mira.

Cuando llegué a casa,  vi que ya no había nadie, me quedé muy triste. Llamé a Violeta, para que viniera a visitarme y pasamos la tarde viendo películas. Después me dijo que si íbamos a una inauguración de un nuevo bar. Le dije que si, y ahora estamos a punto de irnos.

— ¡Ellaaaa! —le respondo cuando veo el vestido que lleva puesto, le queda de lujo.

— Acataremos muchas miradas hoy, señorita Elisa —me dice

— Es nuestro objetivo —comento.

Le enviamos un mensaje a Jenny, para verla allá. Jenny nos comentó que llevaría a Madson y Tobías. Unos amigos de ella, comparten algunas clase, y ellos pertenecen al equipo de natación, no estoy segura la verdad. Pero de la universidad si son. 

Tomo el auto de mi padre, que ya es más mío que de él. Ojalá algún día llegue diciendo que es mi regalo. No me quejaría.

Violeta se encarga de poner unas canciones, para hacer nuestro camino más divertido.

El bar al que iremos tiene una temática. Su objetivo es que entren personas solteras, consta de dos pisos. Dependiendo el día será el día que uno de los dos sexos acechen a su presa.

Por ejemplo, hoy es sábado. Entonces hoy las mujeres estaremos en un primer piso, los hombres en el segundo piso, donde podrán observar a su antojo. El viernes nos toca a nosotras observar a nuestro antojo.

Ya si alguien le interesa, se pueden ir a tomar algo, o a bailar. Hay una zona especial también. Obviamente el lugar no es para conseguir pareja, es mas bien para conocer a tu futura pareja en la cama.

— Estamos cerca —me dice Violeta— Jenny ya ha llegado, me mandó mensaje de que ya dejó a los chicos en su piso.

— Que caballerosa —me río— Estamos por llegar.

— Estoy tan emocionada por ver quién cae hoy con este bombón —me responde divertida— Me iré a tu casa si alguien me gusta —me advierte.

— Ya sé —respondo— En la habitación vacía, no te vayas a meter mio. Ni en las de mis papás, Violeta.

— Yo no creo llegar, tal vez esté en la sala —me guiña el ojo— Tal vez ni llegue, y sea en el auto.

— Me avisas cualquier cosa, sabes que es peligroso también —le digo— No sabemos si son buenos o malos, mándame tu ubicación, cualquier cosa me llamas de inmediato.

— Tu también, Elisa —me responde.

Me ha tomado como diez minutos encontrar un estacionamiento. Le dejo las llaves a Violeta. Y salimos del auto, el lugar en serio que está lleno. Y eso que es muy grande.

—  ¡Hey! —nos grita Jenny desde la entrada.

—  Hola —decimos al unísono Violeta y yo.

—  He visto chicos bastantes feos, pero luego vi unos que me animaron a enserio tomarme muy en serio la noche de hoy —nos dice alto bajo la fuerte música.

Al entrar inmediatamente hay unas escaleras largas y grandes al segundo piso, donde estrictamente hay alguien cuidando el paso.

Seguimos recto, donde muchas mujeres se encuentran en el centro, donde la pista de baile retumba. Hay mesas altas a los lados, y dos barras muy grandes.

"Bebé, yo te boté y te boté

Te di banda y te solté, yo te solté"

"Pa'l carajo te mandé, yo te mande

Y de mi vida te saqué, yo te saqué (esta es la verdadera vuelta oíste baby)"

— Bebé yo te bote (ja) —Canta Vio y Jenny.

Me divierto de verlas cantar. Me encanta salir con ellas, y que me hagan reír.

— Tomemos algo y regresemos a cantar y bailar —les digo

— Vamos —me contestan.

Caminamos a la barra, donde pedimos tres cervezas, nos las entregan de inmediato. Tomo la mía y al sentir ese sabor amargo, me arrepiento.

— Fondooo —Grita Jenny

— Fondo, Fondo, Fondo —la apoya Violeta.

No puedo negarme a una petición de mis queridas amigas. Así que me sigo tomando la cerveza, hasta que no queda nada. Dejo caer el vaso en la barra y ambas gritan emocionadas.

Después de ponernos de acuerdo, por si necesitamos ayuda una de la otra, decidimos volver a la pista de baile. Donde una canción de Rosalía se escuchan fuerte.

Decido mirar al segundo piso, donde hay muchos hombres de muchas formas mirándonos. Hombres altos, bajos, feos, atractivos, flacos, gordos, hay para todos los gustos, pero entre todos esos hombres me impresiono al ver a aquel que había visto por la mañana.

Su sonrisa ladina se presenta en su rostro cuando se percata de que lo estoy viendo, creo.

La canción vuelve a cambiar, y en mi cara se dibuja una gran sonrisa cuando notó cuál es.

Sin pena, y supongo que por el poco alcohol que acabo de tomar, comienzo a mover mis caderas al ritmo de la canción.

Obviamente mi objetivo es seducir a ese chico, que me lo está pidiendo a gritos.

"Soy fanático de todos tus gritos

Te necesito"

"Cuando haya otra noche de esas

Yo te como, como princesa"

"No en la cama, encima de la mesa"