37- Arrepentida.
Augusto la miró fijamente sin contestar el saludo,Valentina se sintió desconcertada.
-¿Qué te pasa?,déjame decirte que lo cortés no quita lo valiente-.Ella meneó la cabeza y Augusto se mostró irritado.
-Estoy bien,no te pregunto cómo estás tú porque es obvio que andas feliz en amores con el pendejo ese-.Le evadió la mirada,sentía ganas de llorar y no podía dar señales de debilidad.
La joven hizo silencio para no propiciar más discusiones,ya el ambiente era demasiado hostil para agregar más.
-Iré por los niños,puedes tomar asiento,si quieres-.
Se dirigió a la habitación de los pequeños donde Adelaida había terminado de vestir a los gemelos.
-¿Se encuentra usted bien,señora?-.La mirada benevolente de Adelaida la incomodó un poco y se apresuró a decir con voz ronca:
-Solo me duele la cabeza,me voy a resostar un rato.Lleva a los pequeños a la sala que su padre tiene prisa.
La mujer obedeció y Valentina se dirigió con pasos cansados a su recamara.
Quiso dormir un poco y sus pensamientos