Luego de tomar lo que necesitaba, de despedirse de sus amigas, las cuales estaban decididas a acompañarla al aeropuerto, pero gracias a ser más tercas que ellas, pudo disuadirlas para que no lo hicieran. Ella solo quería ir con Dylan, sabía que no iba a ser fácil subir al avión sabiendo que él no la acompañaría y que estaría allí viendo despegar el avión desde el suelo. Sabía que no era por mucho tiempo, a lo sumo se iba a quedar una semana, tenía muchas ganas de ver a su familia y enormes ganas de quedarse en casa de Sonia y hablar toda la noche de cosas banales como hacían antes que ella decidiera estudiar en otro país. Al llegar al aeropuerto, Dylan detiene el auto y sueltan un suspiro cansino al unísono, haciendo que ambos sonaran.
—Solo será una semana —explica ella queriendo convencerlo a él ya ella misma.
—Lo sé, no tienes que explicarlo —dice, girando en su asiento para quedar frente a ella, sin esperar nada más, le pone una mano en la nuca y la obliga a acercarse a él, en do