Richard se sorprendió al escuchar la sugerencia de su novia.
—¿Astrid? ¿Tú crees? ¿Que interés tendría en informar a Stella de tí? Ya estamos divorciados.
— Para crear problemas, ella está resentida por no haber logrado obtener a nuestro hijo mi amor.
— Tienes razón, no se me había ocurrido, esa mujer es de armas tomar, que bueno que estás siempre prevenida, voy a encargarme de ese asunto.
— De todos modos ve con cuidado, no tenemos la certeza de que ella tenga sus narices metida en ésto.
— No te preocupes, seré sutil en mi investigación.
Camila se quedó tranquila, confiaba en su intuición y en la astucia de su novio para manejar asuntos delicados, éste era uno, pues acusar sin pruebas es lo más complicado a la hora de emitir un juicio.
Astrid usaba toda su astucia para destruir la reputación de Camila y separarla definitivamente de Richard y todo lo que tuviera que ver con la familia, estaba llena de rencor, además de envidia por no haber logrado nada de lo planeado.
Ahora su