Hubo un momento en el cual pensé que nunca llegaríamos. Si bien me dormí gran parte del camino, desperté en varias ocasiones en las cuales solo se miraba la carretera.

Pero llego en un punto en el que ni siquiera era carretera, solo era un camino de terracería.

Después de lo que pareció una eternidad en carro se detuvo y por fin pudimos salir a estirar las piernas.

Antes de poder mirar la casa le di un vistazo a toda la propiedad.

Era por lejos el territorio más grande que había visto pero lo que más me llamaba la atención era la gran “nada” que había.

La propiedad se extendía hasta donde alcanzaba la vista y lo único que podía ver eran los árboles que delimitaban la propiedad y me quede ahí en el camino de tierra viendo por donde aviamos llegado.

No tengo idea de lo que había esperado, pero entendí ahí parada que sin importar la veces que le dijera a Javier que lo quería y que no me iba air de su lado. El jamás me creería del todo.

- ¿pensando en escapar? - me pregunto Javier tras de