Me hubiera encantado que después de arreglar las cosas entre nosotros todo hubiera estado mejor a partir de entonces pero la vida no funciona así.

Los días siguientes todo marchaba sobre ruedas al punto que pensé que por fin tendría mi felices para siempre pero la vida como tantas otras veces me recordó que no es así cómo funciona y quizás debí de haberlo sabido después de todo este tiempo pero como siempre me encontró desprevenida.

Los meses habían pasado y aunque habíamos tenido algunos roces, ahora sabiendo y comprendiendo de dónde venían sus inseguridades y miedos, me era más fácil comprenderlo, por lo que nuestra relación iba mejorando al igual que la de Javier con Carlos.

Y aunque al principio cuando Javier había invitado a Carlos y a su mujer a una cena en la casa para que pudiéramos conocerla, Carlos se había negado.

Al principio Javier asumió que aún era muy pronto después de que las cosas se despejaran entre ellos dos así que no se lo tomo a mal y decidió preguntar una seman