★Alondra.
La quietud que se describe al estar en el ojo del huracán es algo hermoso; incluso el aire se siente menos contaminado y el cielo se ve más limpio.
Esta sensación de calma y claridad era similar a lo que experimentaba mientras pasaba tiempo con Nathan.
Cada momento a su lado era como un remanso de paz en medio de la tormenta que era mi vida.
—Gracias —volví a decir, sintiendo la necesidad de expresar mi gratitud una vez más.
Sé que a Nathan le molesta que agradezca tanto, pero ¿cómo no hacerlo? Él podría haberme abandonado y haberme dado la espalda, pero en cambio, está aquí, apoyándome y preocupándose por mí.
Mientras él metía la cuchara en mi boca con ese delicioso chocoflán, su sonrisa cálida y amorosa iluminaba mi mundo. A pesar de que cuando lo conocí me pareció una persona fría y distante, ahora ya no lo es.
Diría más bien que es cálido y comprensivo, capaz de entenderme incluso en mis momentos más oscuros.
«Odio saber que debo volver al lado de ese maldito infeliz