Por Emanuel
Lo seguí apurando el paso, dejando en la computadora de recepción, el listado abierto y el nombre de Dante destacado.
Eso lo pensé después.
No pude fijarme su fecha de nacimiento.
¡No puede ser tan difícil!
¡Es solamente un puto dato!
Para mí es el más importante de mi vida y parece que no lo entienden.
Mi hermano subió por la escalera, sin esperar el ascensor.
Lo seguí en silencio.
Apenas entramos a su oficina, él cerró la puerta después de que yo entrara.
-No te lo digo más, dejá de meterte con Sol.
-No me metí, solamente quiero saber si Dante es mi hijo, crie a un hijo de otro y si él es mi verdadero hijo, lo quiero conmigo.
- ¡Dante tiene madre!
-También quiero tener a su madre.
-Sos el primero en despreciarla, dejate de joder.
- ¿Es mi hijo?
-Basta, es el hijo de Sol y ella te dijo que no era tu hijo.
-Pero yo no le creí.
-Ese es tu problema.
-Quiero saber si Dante es mi hijo.
-Mejor ocupate de Bruno.
- ¡No es mi hijo!
-Elegiste a la mujer equivocada.
¡Tiene razón!
- ¿