Por Solange.
Hablé con Ricky, aunque no quiero depender de él para manejarme en la vida, en Italia me las arreglaba sola y jamás precisé a alguien.
Mi tía me enseñó a ser fuerte.
Tenemos muchos empleados y claro que más de uno quiso llevarme por delante.
Aprendí a lidiar con todo, incluso con la parte más complicada que tiene el poder.
Porque, sí, tengo mucho poder, muchísimo.
Tengo muchos empleados a cargo, hay competencia entre ellos y en algunos casos, también demuestran mucha envidia y en unos pocos, hasta eran desleales.
Pero esto es diferente.
Está de por medio Emanuel y eso lo cambia todo.
Me siento indefensa, y eso me molesta.
Soy una mujer fuerte.
Soy madre soltera y eso es un plus extra para sentirme fuerte.
Tengo en mis manos la crianza de un niño, soy responsable.
Me hago cargo de muchas situaciones, pero lo de ayer, me desbordó.
-Hola Ricky.
Le dije cuando lo llamé.
-Hola Sol ¿Te gustó el gimnasio?
-No llegué a apreciarlo.
- ¿Qué sucedió?
Le conté lo sucedido.
- ¡Es inaudi