AURORA SUMMER
— ¿Qué le dijiste? — preguntó Douglas mientras se giraba hacia mí.
— No le dije nada. Él solo decía que usted no era un mal jefe y que me dejaría almorzar con él y de repente quedó programado. — dije, mordiéndome los labios y pareciendo una niña que estaba siendo regañada.
— No vas a ir a ningún lado con él, de ninguna manera. — dijo Douglas con firmeza en la voz.
— Vamos a concentrarnos, estamos aquí por trabajo. Hablamos más tarde. — Dije volviéndome hacia el ponente.
— No hay nada que hablar. No vas a ir a ningún lado con él, punto final. — oí susurrar a Douglas, pero no me giré.
Cuando la reunión terminó, me levanté de mi asiento siguiendo a Douglas mientras ambos salíamos de la sala.
Estábamos a punto de salir del edificio cuando oí la voz familiar del italiano llamándome.
— Señorita Aurora. — dijo mientras caminaba hacia Douglas y yo y entonces nos acompañó fuera del hotel. — ¿Olvidó que tenemos una cita? — me preguntó con una sonrisa, y la mandíbula de Douglas se