AURORA SUMMER
—Realmente no sé cómo sentirme sobre esto... ¿debo decir que estoy celoso? —comentó Leandro mientras sostenía mi mano, y solté un suspiro pesado.
—Lo siento, Leandro, yo...
—Oye, no tienes de qué disculparte. Me lo contaste desde el principio, yo solo tenía esperanzas. No puedo impedirte ser feliz. Duele no ser a quien elegiste, pero, si eres feliz, yo también lo soy. Finalmente tendrás la familia que siempre quisiste. Si no me alegrara por ti, ¿qué clase de persona sería? Solo quería que nunca más lloraras. Ahora conoces a tu hijo, estás con su padre, el hombre que amas. Por más que me duela admitirlo, el tipo está loco por ti y estoy seguro de que te protegerá. —Sus palabras me arrancaron una sonrisa emocionada.
—Eres la mejor persona que he conocido, Leandro. Tan comprensivo, tan atento... Te prometo que encontrarás a una mujer que merezca todo el amor que tienes para dar, créeme —afirmé, y él asintió antes de llevarse mi mano a los labios y besarla.
—Gracias, Aurora.