Capítulo 43.
Bastián siente que su cuerpo se estremece ante la escena, los recuerdos llegan como flashes a su cabeza destrozando por completo sus nervios al ver a Amelia en el piso tan quieta.
— ¡Amelia, Amelia! – cae arrodillado a su lado tomándola en brazos —. Despierta por favor, no me hagas esto – gira mirando a su alrededor — ¡traigan un médico, ahora! – el hombre que trajo las llaves corre en busca de ayuda.
En su desesperación la ciñe a su pecho meciéndola en busca de su propia tranquilidad, cierra los ojos al sentir el calor de su piel en los labios al pegarlos a su frente. La chica de nombre Era llora en silencio la escena ya que se siente responsable no de la situación de la chica – circunstancia que ella provocó –, lo que la lastima es ver que el objeto de su anhelo este enamorado perdidamente de la chica que tiene entre sus brazos.
— Lo… lo siento mucho – gime con remordimiento.
Bastián la ignora deliberadamente guardando su rabia ante la preocupación que siente por su novia ya q