— Tranquila mi amor, todo fue un mal entendido – consuela Ana a su amiga luego de haber recibido la llamada de un Bastián muy malhumorado.
— Es que tu no lo entiendes yo pensé que… - sorbe los mocos y la mira con tristeza — que él… había abusado de mi – Ana abre mucho los ojos — y lo acusé injustamente – llora de nuevo.
— ¿Y pensaste que te había abusado solo porque te sentiste diferente? – Amelia asiente con ojos irritados y la nariz roja —. Tienes razón de llorar, estaba furioso cuando me llamó – levanta la cabeza pestañeando muchas veces.
— ¿Dices que él… te llamó? – afirma la morena con la cabeza haciendo que sus rizos se muevan — ¿y que te dijo? – pregunta una Amelia totalmente arrepentida del error cometido en contra de su supuesto novio.
— Pues nada en particular – se encoge de hombros —, me ordenó con su usual encanto que viniera a tu lado porque yo te hacía más falta que él y colgó – Amelia se echa a llorar de nuevo.
— ¡No me va a hablar! – dice haciendo un puche