Capítulo 16.
Se escucha el ruido de una puerta al cerrarse y Amelia corta el beso más porque se le dificulta la respiración que por cualquier otra cosa sin embargo un jadeo los saca del estupor.
— ¡Por el amor de Dios! ¿qué pasó aquí? – se escucha la voz de la asistente de Bastián casi llorando.
Él mira a Amelia amenazante y ella no se amedrenta por el contrario levanta la barbilla desafiante y a Bastián no le queda de otra que resoplar una risa casi imperceptible.
— No huyas de mi Amelia Blackstone – ella pone los brazos en jarra.
— Loa americanos no huimos, nos enfrentamos a lo que sea que tengamos que afrontar Sr. Christopoulos y como puede ver mi pulso no tiembla – Bastián entrecierra los ojos en una advertencia tácita.
— No me provoques americana, no tienes idea de quien soy – ella sonríe solo con los labios.
— Me hago una idea, o tal vez dos Sr. Arrogante, altanero y soberbio – no puede creer que lo haya insultado de ese modo — además, ya te había advertido que si me presionan sie