Ana.
— Papi...— suspiro — He encontrado a mi compañero de vida...— Siento un tirón y escucho un sonido fuerte mientras giro mi cuerpo. Antuan había golpeado a Enzo, los ojos de Enzo estaban negros como la noche y se pone en posición de ataque.
— No te atrevas a tocarla — le advierte Antuan a Enzo.
— Quiere que te mande a encerrar por faltarme al respeto — Siento ese olor que me hace sentir paz y me tranquiliza.
— Tranquilos, no vamos a formar una guerra porque Ana y Enzo son pareja — dice la luna, y de nuevo ese olor. Mi padre se levanta, mira a Lían y a Oliver.
— Ustedes, cuiden de Ana — dice mi padre mientras abre la puerta del despacho, sale y da un fuerte portazo.
— Mi bella Ana, tu mate tuvo suerte. He visto y vivido lo que tu padre nos ha hecho a los mates de sus hijas — me abraza Antuan y recuerdo lo que Tamara me contó.
— Ja, ja, ja, sí, mi padre te dejó un mes en el hospital por haber embarazado a Tamara, su hija mayor — sonrío recordando cuando mi hermana le reclamó a mi padr