Ana
— Sí, así es, Alfa. Mis hermanas son mayores, pero ninguna quiso el puesto de Alfa— él mira y sonríe.— Bienvenida a la familia, algo más no se puede hacer público— dice.— Por qué padre, es la futura Luna Milenaria— dice Enzo enojado.— Es por su bien — dice el Alfa Erick mientras me mira. Yo asiento con la cabeza.— Sofía, llévala a nuestra recámara, ya sabes qué hacer — Sofía me toma de la mano y salimos de la habitación de Enzo. Me guía por otro pasillo largo y al final encontramos unas puertas. Ella las abre. Es una habitación hermosa con una cama doble cubierta por un manto.— Ana— me suelta de la mano y me hace señas para que me siente en un sofá blanco. Me siento y ella va hacia una puerta blanca que resulta ser un vestidor. Busca y saca un hermoso vestido azul.— Toma una ducha, la necesitas — me pongo roja y recuerdo lo que pasó con Enzo, y sonrío.— Es normal si su lazo los atrae— dice restándole importancia.— Nunca he estado de esta forma con nadie— digo con vergüenza.— Yo sé que tu aroma te delata — voy hacia donde ella me indica dentro de una hermosa ducha. Me quito mi vestido y mis bragas, y todavía siento la humedad en mi zona íntima.*Asly, quiero sentir sus manos recorriendo mi cuerpo.* Paso mi mano por el mismo lugar que él.*Mmm, mejor yo quiero que nos marque y nos monte.* El color rojo sube por mis mejillas. Tomo una ducha de 15 minutos, me pongo unas bragas de encaje que la luna Sofía me dio y el vestido. Salgo y veo a la luna Sofía retocando su maquillaje. Carraspeo, me mira y sonríe.— Puedes ocultar el olor de Enzo— dice acercándose a mí, mueve mi cabeza a un lado y me pone un poco de maquillaje.— Esto es para ocultar la marca temporal que te hizo Maslo— abro los ojos.— ¿Qué marca?— me toco el cuello.— Él dejó su olor en ti— no puede ser, mi papá me va a matar.*Asly, oculta el olor de Enzo.**Papá se va a enojar* - dice Asly riéndose.— Vamos— dice la luna Sofía. Salimos al pasillo y caminamos en silencio.Llegamos a un salón donde estaban muchos invitados, no solo los alfa, también había miembros de la manada milenaria. Cuando notaron nuestra presencia, todos los lobos hicieron silencio e hicieron una reverencia.El Alfa Erick se nos acercó y tomó la mano de la luna y le dio un beso.— Señorita Ana, su padre, el beta y sus amigos la buscaban— me dijo guiñándome un ojo, así que seguí su juego.— Alfa, disculpe, pero me perdí y la luna me encontró en medio de los pasillos— digo mientras hago una reverencia. A unos pasos de distancia, estaba mi padre.— Luna, gracias alfa Con su permiso, me retiro— llego donde mi padre y lo abrazo.— ¿Estás bien?— dice devolviéndome el abrazo.— Sí—— Cariño, estábamos preocupados por ti — dice Oliver rompiendo el abrazo. Lian se acerca y me da un beso en la mejilla, a lo que yo respondo con una sonrisa.— No tienen de qué preocuparse. El lugar está custodiado por guardias en todo el lugar— digo alejándome.— Buenas noches— dice el alfa milenario, la luna sonríe. — Estamos reunidos para celebrar que mi hijo Enzo tomará su puesto como alfa real milenario — Todos aplauden y giro mi cara hacia una dirección y lo veo. Me sonríe y yo bajo la mirada, poniéndome roja solo de pensar en lo que pasó hace unos minutos.— ¿Estás bien?— pregunta Lian y yo solo asiento.— Es solo que te pusiste roja— me dice.— Es solo que tengo calor— No preguntan más y la fiesta continúa. El alfa habla con los invitados, mi padre, su beta y mis amigos entre risas y charlas. Nos pasamos cada cinco minutos mirándonos. Él sabe que lo hago, no sé qué me pasa, nunca me he sentido así.*Es un dios griego*, le digo a mi loba.*Mmm, más bien es un bombón de chocolate. Está para comérselo*, sonrío por la respuesta de Asly.*Gracias, por lo que me toca*.— ¿Qué haces? — hablo con Enzo a través de nuestra conexión de pareja.— Nada, solo quería saber qué piensas— ruedo los ojos.— ¿Quieres bailar?— Miro en su dirección y ella me sonríe.— No, no y no — digo y cierro la conexión antes de que pueda responder algo. No le presto atención.En ese momento siento que alguien está detrás de mí. Mis amigos y mi padre se quedan en silencio. Giro mi cuerpo y veo a Enzo.— Señorita, ¿sería tan amable de concederme esta pieza?— Enzo me mira a los ojos mientras me extiende la mano. Dudosa, tomo su mano.Nos dirigimos a la pista de baile tomados de la mano. Nos paramos en medio y él me jala hacia él, quedando frente a frente. Toma mi mano derecha y coloca su mano izquierda en mi cintura. La canción es lenta.— Eres como soñé, tanto tiempo esperándote — dice en voz baja. Siento cómo su mano se aprieta ligeramente en mi cintura, haciendo que mi piel se erice. Sonrío y me pongo roja, con mis pecas visibles. Me encantaría contar cada una de ellas y perderme en su aroma a fresas.— Debemos hablar con tu padre — menciona. Parpadeo y pienso.— Sí, pero no estoy preparada para esa conversación— respondo, bajando la cabeza.— No pienses en eso — Seguimos bailando y de repente tengo ganas de besarlo.Enzo.— Me gustaría probar de nuevo tus labios— digo. Ella cierra los ojos con fuerza y luego los abre para mirarme.— No puedes, el alfa lo dejó claro — me sumerjo en ese azul oscuro de sus ojos y me acerco.— Enzo, puedes venir— interrumpe mi padre. — Fue un placer bailar contigo, señorita— digo mientras me alejó de Anay mi padre se acerca a mí para abrazarme.— ¿Qué estás haciendo?— me dice en voz baja mientras se separa de mí y me pide que hable.— Buenas noches, doy gracias a la diosa Luna, a mis padres y a todos ustedes por compartir este momento tan importante para mí...—Después de terminar el discurso, Malika se acerca y me besa. No correspondo su beso y la aparto de mí.— Nunca vuelvas a besarme — le digo enojado, sintiendo náuseas. Dirijo mi mirada hacia Ana y veo lágrimas escapando de sus ojos.— Maldición — murmuro en voz baja.— Enzo, mi amor, vamos a celebrar tú y yo solos— dice Malika con falta de respeto.— No, Malika, nunca vuelvas a hacer eso— me alejo de ella y me acerco a mis padres.— Padre, tenemos que hablar con el alfa Eitan sobre mi pareja destinada — le digo mientras me dirijo al despacho de mi padre para esperarlo. Malika solo fue sexo y nada más; siempre la buscaba cuando estaba estresado.Pude sentir su rabia, su dolor. — Eres un idiota — dice Maslo furioso. — Te lo advertí que dejaras de ver a esa loba por... — La puerta se abre y están mis padres, mi beta Gael y mis mejores amigos.— Ya terminó la reunión— dice mi padre mientras se sienta en su escritorio y toma el teléfono.— Talía, por favor, llama a la señorita Ana y tráela al despacho — cuelga y vuelve a marcar.— Mar, llama al alfa Eitan y dirígelos a mi despacho — ordena mi padre antes de colgar. Un incómodo silencio se instala en la habitación hasta que la puerta se abre y entra María, haciendo una reverencia.— Alfa, el señor Eitan y su familia están aquí — informa María. Dirijo mi mirada hacia mi padre.Mar sale y entra el alfa Eitan acompañado de su beta y los amigos de mi luna.— Buenas noches, alfa— saludan mientras sus ojos se posan en mi madre, la luna. — Por favor, tomen asiento — les indica mi padre. Se acomodan en los sofás mientras el beta Antuan se posiciona en una esquina del despacho, alerta y sintiéndose amenazado.Nos quedamos mirándonos unos momentos incómodos durante unos quince minutos."Toc, toc, toc", se escuchan golpes en la puerta.— Pasa — dice mi padre. Talia, la empleada, asoma la cabeza.— Alfa, la señorita Ana ya está aquí — informa.— Gracias Talia. Por favor, retírate y hazla pasar— responde mi padre. Talia hace una reverencia y se va. El padre y los amigos de mi luna intercambian miradas mientras Antuan se pone alerta.— Buenas noches, alfa— saluda Ana haciendo una reverencia. — Me mandó a llamar— agrega mientras la miro y noto que está vestida con una blusa de tirantes rosa pálido y unos pantalones cortos negros. Gruño por su forma de vestir.*Maldición, solo yo puedo ver sus hermosas piernas.**Los voy a matar si se atreven a mirarla*, Maslo intenta tomar el control.— Buenas noches, Ana — le sonríe mi madre.— Toma asiento— indica mi padre mientras me lanza una mirada de advertencia.— Estamos aquí para tratar un asunto importante— dice Ana, mirándome con tristeza y miedo.*No te preocupes, Ana. Estoy aquí para apoyarte*, pienso mientras noto la inquietud de su loba y sus ojos azules llenos de lágrimas.— Permíteme decirlo — dice Ana y mira al alfa Eitan. Ellos se ponen en alerta, noto cómo sus cuerpos se tensan.— Ana, ¿qué sucede?— se acerca el alfa Eitan a su lado. — Sabes que puedes confiar en mí, soy más que un padre, soy tu amigo y siempre estaré aquí para ti y tus hermanas — le asegura mientras ella respira hondo y traga saliva, preparándose para lo que sea que esté por decir.— Papi— dice mi luna y abraza a su padre. — Recuerda que siempre serás el primer amor de mi vida — añade mientras él la abraza fuertemente, besando su cabeza y derramando algunas lágrimas.— Sí, ya conocemos ese discurso— interviene uno de los amigos de mi luna.— Calla, Lían— le dice el otro chico con una expresión seria.— Recuerda que siempre estaremos contigo, en las buenas y en las malas. Somos los tres mosqueteros— le dice el segundo chico. Mi luna se separa de su padre y abraza a sus dos amigos, quienes le sonríen con amor fraternal.— Gracias, Oliver — dice Ana mientras absorbo y limpio algunas lágrimas. Miro a su padre y amigos, bajando un poco la cabeza. Me acerco por detrás y la abrazo, causándole un sobresalto. Con una mano rodeo su cintura mientras su padre y amigos observan, ya sabiendo lo que Ana está a punto de decir.— Papi...— ella suspira. — He encontrado a mi compañero de vida...