22.
—Mi nueva asistente y mano derecha, Pamela Martínez
La miro fijamente, congelada, a sus ojos azules que me miran, horrorizada, desvío la mirada y miro a Arthur, está tan tenso como yo
—¿Desde cuándo tienes un asistente? — pregunta Marcos ahora
—Desde ayer, necesitaba una y por suerte encontré a Pamela con pocos antelación — le explica Margaret y le sonríe a Pamela, quien le devuelve la sonrisa hasta que me ve
—Bueno, entonces, bienvenido señorita Martínez, la reunión ya terminó — responde Marcos cortésmente y se aleja a la puerta
—Nos volveremos a ver pronto — se despide de nosotros de manera amistosa — Hermana, ¿Vienes? — se gira hacia Margaret y la mira expectante
—Ve, te llevaré a Margaret y a la señorita Martínez más tarde — d