9. ¿OTRO ERROR?
El señor López no podía controlar sus emociones. Jamás pensó que volver a encontrarse con Delia y Carlos causaría tantos estragos en él. A medida que avanzaban las conferencias que les interesaban, López se sentía cada vez más agobiado al terminar. Por lo que se despidieron y cada cual se fue para su habitación en la noche. Pues su avión salía al otro día bien temprano.
Sofía estaba hablando con la señora Lucrecia, por video y vio que su niño estaba feliz dormido en su cuna.
—Ya terminamos, mañana regresamos —le decía a la señora Lucrecia.
—Está bien, no te preocupes, ya viste que el niño está bien, sal a divertirte un poco.
—No lo creo, fue extenuante. El vuelo es a primera hora, de seguro después del medio día estaremos allá.
—Aquí estaremos. Sal un poco, aprovecha que eres joven.
—No insista, hoy el día fue muy largo. Buenas noches Lucrecia y gracias —colgó y salió del baño lista a acostarse cuando la puerta sonó. Al abrir, en ella se encontraban el señor López con Fenicio.
—Sofí