13. LA CURIOSIDAD DE CÉSAR LÓPEZ
Sofía se giró despacio, no sabía el por qué ahora después de casi tres años a su jefe le había dado por averiguar sobre su vida, eso la llenó de miedo. ¿Será que habrá descubierto su pequeño secreto? Se preguntó, pero giró para enfrentarlo en lo que decidió contarle sobre la miserable vida que llevaba en aquel orfanato donde nadie la apreciaba y estaban desesperados por echarla a la calle o algo peor: venderla.
—Señor, no dije nada en el orfanato porque no quería que supieran que había encontrado un trabajo —tomó aire antes de continuar explicando, con un tono triste—. La vida en el orfanato era miserable, nadie me apreciaba y siempre estaban buscando una excusa para echarme a la calle. No quería darles la satisfacción de saber que había encontrado un trabajo y estaba escapando de allí.
—¿Por qué? De seguro si es así como dices, se pondrían felices de saber que habías dado este salto y te irías del orfanato —preguntó el señor López sin entender, sospechaba que tenía otro motivo para