109. “LA HACKER BEE”
Con la determinación de obtener respuestas y resolver los misterios que acosaban a López y a él mismo. Fenicio se detuvo frente a la pequeña casa de Bee. La vivienda estaba rodeada de enredaderas, plantas y flores que le daban un aire acogedor y misterioso a la vez.
Fenicio se acercó a la puerta y tocó el timbre, esperando ansioso una respuesta. Pasaron unos momentos de silencio antes de que la puerta se abriera y Bee apareciera, con una mirada curiosa en sus ojos oscuros y arrugados.
—Buenos días —, saludó Bee con una sonrisa. —¿Te perdiste? ¿En qué puedo ayudarte?
Fenicio se quedó observando a la mujer que le abrió la puerta. Ante él tenía a una persona de más o menos sesenta y cinco años. Nada que ver con la idea que se había hecho cuando hablaba con ella por teléfono.
Beatriz era una mujer menuda y enérgica, de estatura baja y cabello canoso recogido en un elegante moño. Sus ojos oscuros y penetrantes estaban siempre alerta, y su rostro arrugado mostraba la sabiduría y expe