Capítulo 33: Regreso a casa.
El amanecer comenzaba a filtrarse a través de las cortinas, tiñendo la habitación con tonos dorados y cálidos. La lluvia había cesado, dejando en el aire ese aroma fresco y limpio que solo aparece después de una noche de tormenta.
Fue la mejor sesión de sexo para ambos y se podía decir, qué, usaron lo disponible que había en casa.
Mathias seguía abrazando a Cynthia, su respiración era calmada, sus dedos trazando círculos suaves en su piel desnuda. No había prisa. Solo el tiempo justo que los dos parecían necesitar para respirar el uno al otro.
—¿Dormiste algo? —preguntó él, en voz baja, acariciando sus cabellos sueltos.
—Un poco —murmuró Cynthia, sin abrir los ojos—. Pero no quería dormir. Me daba miedo que todo esto fuera un sueño.
Mathias besó su frente, sonriendo contra su piel.
—No lo es. Estás aquí... conmigo. Y yo contigo. Eso es todo lo que importa ahora.
Hubo un silencio breve, pero no incómodo. Era un silencio lleno de significado.
—Mathias... —dijo ella, esta vez alz